Amig@s, en la edición 2017, con la celebración de las «bodas de plata» de nuestro Duatlón, quisimos también rendir homenaje al primer deportista que tuvo Cantimpalos, y que no fue otro que Ignacio Matarranz Garrido, gran deportista, amante y apasionado del deporte en general y de todo lo que ello representa. Gran ciclista segoviano durante los años 50 del pasado siglo y que desde la primera edición del Duatlón en el año 1993, también fue su más fiel y apasionado seguidor. El 25 de noviembre de 2019, con 90 años de edad, nos dejó pero su recuerdo y su gran pasión por el deporte estarán siempre con nosotros.
Desde la 25ª edición quisimos rendir homenaje (y además perpetuarlo en el Duatlón) a una persona que mucho puedo decir de ella, pero os lo voy a presentar simplemente como el primer deportista que ha tenido Cantimpalos: Ignacio Matarranz Garrido.
Hoy en día nos puede resultar realmente difícil pensar, y entender, que no hace mucho años el hecho de practicar deporte era casi una rareza. Incluso para algunas gentes estaba mal visto. Y más todavía si estamos hablando de un entorno rural de la España de los años 40 y 50 del siglo pasado. El trabajo duro del campo y otros quehaceres cotidianos ocupaban el tiempo de los jóvenes de aquella época. Ni siquiera el equipo de fútbol de Cantimpalos había nacido. Solo el juego de la pelota y otras tradiciones que hoy han desaparecido permitían a aquellos jóvenes derrochar la poca (o mucha) energía que todavía les pudiera quedar después del duro trabajo semanal de los quehaceres ‘cotidianos’ del campo de aquellos años.
Sin embargo, en aquellos años, por supuesto que el deporte ya estaba muy presente en la sociedad, incluso en las gentes de entornos rurales, puesto que la radio y la prensa se encargaban de informar de las grandes azañas de nuestros deportistas. El fútbol, sin lugar a dudas, pero también las gestas de otros deportistas, y en particular la de los míticos ciclistas de aquellos años ‘calaban’ en la sociedad española, y por supuesto en los jóvenes. En las ciudades era más factible acceder a practicar algún tipo de deporte de los habituales de aquella época. En los entornos rurales estaba bastante más complicado.
La bicicleta por aquel entonces ya era un vehículo habitual para muchas gentes, incluso en muchos casos, era una herramienta de trabajo. Pues bien, sin embargo un joven de Cantimpalos, enamorado ya del deporte de las dos ruedas, decide hacerse con una bicicleta y empezar a competir en las carreras que ya se venían disputanto en la ciudad de Segovia donde participaban apenas un puñado de chavales. Y poco después empezaría a competir en otras ciudades, donde ya coincidiría y se codearía con algunos de los grandes ciclistas de aquellos años como por ejemplo el abulense Julio Jiménez o el toledano Federico Martín Bahamontes.
Para un joven campesino (hoy les llamamos agricultores) de pueblo de aquellos años no estaba mal. Habría mucho que contar de aquello, pero lo más importante de todo ello, es que de su afición y su pasión, emerge en Cantimpalos una gran tradición al deporte de la bicicleta, siendo Cantimpalos uno de los primeros municipios de la provincia de Segovia en empezar a celebrar competiciones ciclistas.
Y sin lugar a dudas, aquella afición y pasión por la bicicleta también es el germen que hace posible que años después, apareciera el Duatlón Villa de Cantimpalos, y que tras la 25ª edición hemos querido que la prueba lleve su nombre. Por ello, a partir de la edición 2017 el Duatlón Villa de Cantimpalos lleve el nombre de Ignacio Matarranz Garrido, aquel joven de los años 50 que hizo del deporte de la bicicleta su pasión, y lo más importante, supo transmitirla a sus gentes.
Hasta el día de su muerte, el 25 de noviembre de 2019, aquel joven siguió siendo el más entusiasta y fiel seguidor del Duatlón Villa de Cantimpalos, y a buen seguro, lo sigue siendo allá desde las alturas.
Félix Matarranz